En la Concentración de Mineros, además de pasártelo en grande en una gran fiesta motera, te rodeas de amigos que te tratan como un miembro más del motoclub, como un hermano mas aunque tu chaleco lleve otro parche (si llevas chaleco, claro). Te reciben con abrazos y besos y en seguida te encuentras con una cerveza en la mano recordando historias y momentos. Tanto es así que este año ¡casi nos olvidamos de hacer las fotos!
Organizan el evento con todas sus ganas, consiguiendo que cada año la gente se lo pase genial. Y lo demuestra el hecho de que vengan asistentes desde las 4 equinas de la península: Portugal, Cataluña, Cantabria, etc. ¡Y hasta desde las Baleares!
Consiguen combinar todos los elementos necesarios para que una Concentración funcione, mezclándolos en una formula precisa para tener «lo de todas» y mostrarlo, como solo ellos saben hacer, para que sea la mejor concentración veraniega (¡y no es solo nuestra opinión!).
Con la inscripción tienes incluida la cena (de hermandad) del sábado y el desayuno, los conciertos y la fiesta de la noche, además de la caña o refresco al llegar, la camiseta y el pin oficiales, que fue directa al chaleco a hacer compañía a la del año pasado.
¿Qué más vas a pedir? Pues hay más.
El domingo, para marchar con buen sabor de boca, nos llevaron de ruta por la zona, por las carreteras que ellos conocen y disfrutan, y a medio camino nos tenían preparado un piscolabis, aderezado con las charletas e historias del fin de semana.
Y para terminar de bordarlo, un sorteo de montones de regalos donados por sus patrocinadores.
Esta vez, incluso, consiguieron mitigar un poco el calor del agosto Portollanense con una fresca tormenta de verano que encargaron expresamente… jejejeje
Para el año que viene no os lo penséis y veniros con nosotros a la XXIV Concentración de Los Mineros de Puertollano. Estoy seguro que será, como mínimo, igual de bueno que las últimas dos ediciones. ¡Empieza la cuenta atrás!