La crónica de todos los buenos momentos que vivimos con vosotros
Este año, los protagonistas si fueron los que tenían que ser: ¡los moteros!
Desde el viernes por la tarde, que llegó nuestro Mamut Gallego, Roberto, no dejaron de acercarse moteros, de todo calibre y tribu, en todo el fin de semana. ¡Algnos incluso cuando ya habíamos terminado de recoger todo!
… Pero me adelanto, perdonad.
Los Mineros de Puertollano fueron los primeros «Madrugadores» en llegar. Y, haciendo honor a su tribu, terminado el viaje, nos esperaban ya en el bar con las primeras cervezas… y amenazando con terminar con la cosecha del año…
No tardaron en llegar los cariñosamente llamados «Cantabrones», repetidores ya por segundo año de la concentración (¡con sus chicas!), que rápidamente pasaron por su hotel, el Jarpar de Grajera, a dejar los trastos y sumarse a lo que ya desde el principio se anunciaba como una buena fiesta.
Al poco, fueron llegando más moteros madrugadores: Terrón, Yolanda y Andrés, Joshua, Oscar, Raul, Luis… Y Nos acompañaron a cenar Celestino, representante de Los Gurrieros locales y Juan, el Maestro e historiador de Bercimuel, el pueblo que tan gentilmente nos acoge.
Risas, cervezas, historias y muchos «¿te acuerdas de…?» Con los que rememorábamos las nieves que se hicieron protagonistas el año anterior y todas las cosas que hemos vivido en estos doce meses: la Ruta de Los Lobos, la Concentración de Los Mineros de Puertollano y todas las rodadas que hicimos. Todo ello mientras Pablo, el regente del bar Santo Tomé, nos servía una buena cena de macarrones con carne y bechamel.
Al terminar subimos directamente a la zona de acampada en el CPB y encendimos la hoguera a seguir contándonos historias, chistes y anécdotas al calor del fuego. La helada que poco a poco caía sobre nosotros no enfrió el ambiente ni un poco. Tanto es así que Joshua decidió dormir «al raso» junto a la hoguera. Por la mañana tenía el saco cubierto de escarcha pero el chico, tan ricamente, se levantó con una sonrisa, asegurando que durmió tan bien que repetiría la hazaña la siguiente noche. ¡Y lo hizo!
El sábado amaneció frio y escarchado, pintándolo todo de un manto blanquecino que daba un toque mágico al amanecer. Nada, un par de leños al fuego y a servir los cafés junto a la hoguera y disfrutar de las madalenas y bizcochos artesanales de la panadería local de Félix.
Algunos aún estaban con el café cuando empezaron a llegar moteros en todo tipo de monturas. Customs, trialeras, tourings, incluso algunas deportivas a las que el camino de subida sin asfaltar no les amedrentó ni una pizca.
Naturalmente, Xabi y Rosa, Dani, Chema y sus motos Zero Motorcycles, se hicieron los reyes del cotarro en cuanto aparecieron. Creo que desde ese momento no dejaron de responder preguntas sobre «esos bichos raros» en todo el día. Y su participación en la ruta sé de buena tinta que sorprendió a más de uno (especialmente llegando a Maderuelo, que Xabi y yo «estiramos» un poquito para comprobar lo bien que iba la Zero DS en curvitas.
Me adelanto de nuevo… jejeje
Antes de salir de ruta nos pusimos frente al ayuntamiento de Bercimuel para hacer la foto oficial para Rodando Contra el Cáncer, en la que todos quisimos mostrar nuestro apoyo a la causa y a su Delegado de Segovia, Luis Pinto, amigo y Mamut repetidor aún con (¿o fue gracias a? jejeje) su experiencia con las nieves y hielos del año pasado.
La ruta (que podéis ver aquí), como prometíamos, tenía «algo» para cada tipo de moto (a pesar de que eso significase algo de «sufrimiento» para las más deportivas en el «cacho» para las trialeras…). En cualquier caso, el grupo se comportó ejemplarmente y desde aquí queremos agradecer a nuestros voluntarios (Luis Pinto, José Carlos Terrón, Joaquín Ruano y Miguel Ángel Lillo) que nos ayudaron a llevar la ruta a buen puerto.
Permitidme un momento de orgullo, humildad y agradecimiento cuando, en varias lomas, eché la vista atrás y veía que los faros formaban una hilera que se perdía en la distancia. Las ganas de parar y abrazar a cada uno sólo las contuve por mostrar y disfrutar las curvas y paisajes que aún teníamos por delante, con todos vosotros.
Grato fue también el llegar de vuelta de la ruta y encontrar que, mientras, habían llegado más moteros y se habían adueñado ya de la zona. La guinda del momento la puso Alicia Sornosa cuando llegó también con su cuadrilla a saludarnos, aprovechando el hueco que le permitió su apretada agenda. Momento que no desaprovecharon unos cuantos para conseguir la preciada firma en su libro, 360 grados (el cual podéis obtener en su web, aquí).
Aprovechando el calorcito del mediodía y el relax del aperitivo, Luis Pinto, delegado de Segovia de Rodando Contra el Cancer, nos contó el porqué y el cómo de la acción que realiza este movimiento, ya de escala nacional que, estoy seguro, todos conocéis y la mayoría, como nosotros, apoyáis ayudando y aportando lo que podéis. Los que no lo conozcáis, os invito a que paséis por su página web o charléis con cualquiera de sus delegados y os animo a que participéis en su causa, en beneficio de la gran labor que realiza la AECC.
Una buena caldereta más tarde y, con las tripas llenas, subimos al circuito a empezar con las actividades y pruebas, que es lo que nos gusta. La primera, la Gymkhana KTM, que divirtió a participantes y al público. Los de las trialeras pudieron hacer gala de sus habilidades tanto para superar el trazado, como en chiscar de barro al árbitro, Fer, jejeje. La sorpresa la puso Xabier con su Zero DS, que se quedó ¡a menos de medio segundo de la victoria de la prueba! Ahí empezaba la amenaza de las motos eléctricas…
Mientras Chema empezaba con las pruebas con las motos eléctricas en el mini-Jarama, sorprendiendo a todos aquellos que se apuntaron a probarlas (¿¡quedó alguien que no las probase!?), en la recta se notaba la emoción de la Carrera de Lentos La Hipica… Uno a uno fueron cayendo los contrincantes hasta que, en desventaja manifiesta (haciéndola empezar a 1/3 del recorrido) se inició la final: la Zero DS contra dos GS… ¡¡Y ni por esas desbancaron a la DS!!
Y mientras nuestros Cantabrones se mostraban y demostraban como verdaderos galanes en la Gesta de Los Caballeros Exide-Tudor, los caza-tesoros salieron a toda prisa a la Búsqueda del Tesoro BMW, antes de que terminara de caer el sol. Y la verdad que no sé quién se lo pasó mejor, pero las sonrisas al final de las pruebas eran amplias.
Las anécdotas, las aventuras y hazañas, las experiencias nuevas con las eléctricas, los momentos disfrutados en el día se hicieron las verdaderas protagonistas de las cenas, bien fuese en el comedor del restaurante para unos, o junto a las brasas, compartiendo viandas y barbacoa para los acampados.
En la bolera-bar Sala 3 de Grajera, ya cenados y aparcadas las motos, fiesta, copichuelas y reparto de premios a los ganadores de las pruebas. Abrimos la ceremonia con una entrega especial a Alba, la alcaldesa de Grajera, por el incondicional apoyo que hemos recibido en Mamuts por parte del pueblo de Grajera.
Y uno pensaría que, con el día tan intenso, la noche terminaría ahí… ¡pero no! Mientras unos se quedaron tomando copas en la Bolera hasta el cierre, otros volvimos al campamento y, a la luz de la hoguera, continuamos la fiesta hasta bien entrada la madrugada. Éste es uno de esos momentos que, por más que te pongas, no se consigue transmitir por escrito: hay que vivirlo. Imaginaros: cielo estrellado (con muuuuchas mas estrellas de las que vemos los urbanitas), una cálida hoguera, y un circulo de moteros contando historias y chistes, cerveza en mano, con risas a cada minuto y ese espíritu especial que se vive.
Como colofón, para despedir y dejar buen sabor de boca a los que se quedaron hasta el ultimísimo momento, después de dar buena cuenta de los cafés y bollos, rutita por las Hoces del Duratón, rodeando Sepúlveda.
Y empezamos la cuenta atrás, que ya estamos empezando a preparar Mamuts 2018, que nos han sobrado ganas de esta y acumulamos para la siguiente.
¡¡Os esperamos a todos!!
Como siempre, tenéis el reportaje gráfico completo en enfoqueatres.es y, en breve, iremos publicando los video en nuestro canal de Youtube
